sábado, 11 de julio de 2015

¿Qué miedos te impiden hacer un voluntariado?

¿Lo hago o no lo hago? Esta es la eterna pregunta que se hacen muchas personas antes de dar el paso hacia el voluntariado. Hoy quiero motivar, tranquilizar, dar fuerzas y, sobre todo, mostrar empatía con futuros voluntarios. Os aseguro que yo también sentí esa inseguridad en su momento, pero no hay mejor manera que cerrar los ojos y lanzarse a la aventura. ¡Todo lo que vendrá será más qué bueno! ¡Os lo aseguro!

¿Qué miedos pueden surgir antes de decidirte?

¿A qué lugar voy? Las dudas sobre qué lugar elegir son muy comunes, pero debes saber que lo importante no es el destino sino el objetivo que te has propuesto.

¿Con qué organización voy? ¿Son todas fiables? Por supuesto que habrá organizaciones más serias que otras, pero esto no debe ser un motivo para dudar. Si la inseguridad te impide dar el paso siempre puedes pedir referencias a antiguos voluntarios para saber cómo funciona todo o a alguien que entienda del tema (ellos siempre te dirán la verdad).

¿Qué puedo hacer una vez allí? ¿Estaré capacitad@ para todas mis tareas allí? TODO el mundo antes de ir a hacer un voluntariado es guiado por la organización con la que va. Ellos te ayudarán para que puedas dar el 100% de ti. Aunque no estés metido en el mundo social, ¡seguro que puedes aportar mil cosas que no aportan los demás!

Miedo a volar. El miedo a volar es muy común y más si son viajes largos. ¿Cuántas veces has escuchado eso de “El avión es el medio de transporte más seguro de todos”? Realmente es así. Tienes más probabilidades de tener un accidente de coche (lo usado habitualmente) que de avión. Para que tu vuelo sea más agradable también tienes otras opciones que te ayudarán a calmar tu ansiedad como ir acompañado, hablar con la persona que comparte asiento contigo o aprender técnicas de respiración que te ayuden a controlar la ansiedad.

Añoranza de la familia. Antes de marcharte sientes unas ganas inmensas de emprender tu viaje, pero por otro lado sientes que dejas aquí parte de ti. Hay muchas maneras de seguir manteniendo el contacto con los tuyos y no tienes porqué perderlo si no quieres. ¡Volverás! Y lo mejor de todo es que tendrás muchas que compartir con tus familiares y amigos.

Hacer un paréntesis en tu vida actual. Siempre es un paso importante dejar tu trabajo y, por lo tanto, tus rutinas. Sin embargo, es importante que te des ese descanso si realmente te lo planteas y es lo que siempre has querido hacer. La vida después de una voluntariado cambia completamente: es más sana, eres más consciente de lo que te rodea,  vuelves sin estrés y más feliz que una perdiz. Lo importante es experimentar ese cambio, disfrutarlo y mantenerlo. Cuando vuelvas, todo seguirá aquí, tu vida empezará de cero y…. ¡Quién sabe!

El aspecto económico. Este es la principal preocupación de la mayoría. El desorbitado coste que muchas organizaciones piden es un hándicap para poder marcharnos. Pero, ¡no todas son así! Si puedes permitírtelo y quieres, adelante. Pero si tu economía no es muy generosa pero no quieres privarte de vivir esta experiencia, no te preocupes ya que hay otras maneras de hacerlo. ¡Nadie queda excluido!

Inseguridad del lugar. Hay países que tienen fama de ser peligrosos, pero eso ya es decisión tuya. La mayoría de los lugares donde  pueden presentarse más dificultades tienen una gran vigilancia pero, si aun así tienes dudas, en otras partes del mundo hay mucha gente que está deseando recibir tu visita.

No encajar con la cultura. El tema cultural es muy importante y por este motivo debes ser una persona flexible y abierta de mente. Puede que muchas de las cosas que veas no te gusten, pero siempre debes respetar que cada uno tiene su estilo de vida (siempre que no atente contra los derechos de las personas). Es muy enriquecedor aprender y conocer, y seguro que el concepto o las ideas preconcebidas que tenías de muchas cosas anteriores a tu viaje cambian por completo ya que una vez allí conoces la realidad.

El idioma. Otro de los grandes problemas que se presentan: no hablas X idioma. Algunos de los destinos hablan tu idioma materno, pero si tu lugar de preferencia no comparte tu mismo vocabulario y expresiones lingüísticas, lo mejor será que poco a poco te vayas familiarizando y aprendiendo el idioma. Es complicado y largo en algunos casos pero es muy enriquecedor y estimulante. Así que vale la pena, ¿no crees?

Terrorismo. Este es un tema muy importante y que está muy de actualidad. El miedo a que suframos un ataque es muy común. Os aconsejo que no tengáis miedo. El miedo no lleva a ninguna parte y solo te aísla de todo lo bueno que está por llegar. España tiene más probabilidades de sufrir un atentado que muchos de los países que tú crees que pueden ser peligrosos. Nunca, nunca sabes dónde estará el peligro. ¿Por qué sufrir y quedarnos en casa?

Sentirse sol@. Una vez allí, nunca sabes lo que te vas a encontrar. Quizás añoras demasiado tu vida en tu ciudad, tu trabajo, tus amigos,… o no consigues adaptarte al lugar. Por este motivo, recomiendo que las personas que NUNCA han realizado un voluntariado vayan a un país cercano para probar la experiencia ya que siempre pueden volver si realmente comprueban que no es lo que pensaban.

Puedes experimentarlos todos estos puntos o unos pocos, pero será suficiente para que te haga dar un paso atrás.

Si aún le estás dando vueltas y no consigues convencerte escribe a orientatentuvoluntariado@gmail.com ¡Estaré encantada de resolver todas las dudas que surjan! 



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