martes, 1 de septiembre de 2015

Aprendiendo de la Asociación Felicidad Sin Fronteras (I)

Hoy nos adentramos en el día a día de la Asociación Felicidad Sin Fronteras. FSF trabaja en Azrou, una ciudad situada en el Atlas Medio en Marruecos. Desde hace 4 años realizan campos de trabajo dirigidos principalmente a los niñ@s de la zona y cada año van creciendo a pasos agigantados.

Os espera una entrada completa, donde hablaremos con cada uno de los integrantes, además de voluntarios, y nos explicarán cómo ha sido esta temporada que acaba y qué les espera en la próxima. Si estás interesado en saber cómo trabajan o estás pensando en hacer un voluntariado… ¡No pierdas detalle!

Palabras dichas por voluntarios de este año: “…está creciendo poco a poco. Esto la convierte en un lugar con unos valores caracterizados por la sencillez y la humanidad.” “La experiencia con la asociación ha sido fantástica e inmejorable”.



Felicidad Sin Fronteras se funda en el año 2010 de la mano de Abderrahim El Jirari, Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas y otras especialidades. Actualmente se encuentra estudiando un Master en Madrid. Además, es activista social y miembro de varias entidades en Marruecos. Abderrahim conocía la situación social de su país y, después de hacerse mil preguntas llenas de desconcierto, llegó a la conclusión de que tenía que dar el paso y hacer algo que mejorara todo aquello que se preguntaba.  De aquí nace Felicidades sin Fronteras, donde cada año desarrollan numerosos programas con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas necesitadas, especialmente para la infancia desprotegida, así como facilitar la integración de las personas con discapacidad en su entorno social. También promueven la integración cultural y la comunicación intercultural, académica y social entre voluntarios de diversos países.

Actualmente, trabajan de forma voluntaria 10 miembros de nacionalidades españolas y marroquíes.

¿Cómo es Azrou?

La gran parte de los problemas sociales que se figuran en Azrou son compartidos con la mayor parte de las ciudades de Marruecos, pero Azrou destaca por su contorno natural y por la amabilidad de su gente, una ciudad ideal para organizar proyectos y eventos socioculturales. La población es de origen bereber poblada por los Zenayas, pastores nomadas que se trasladaban desde las cumbres del Atlas en verano hasta los valles de Meknés en invierno. La ciudad se ha modernizado con las nuevas construcciones pero los problemas sociales del pasado siguen presentes. Uno de estos problemas: la situación precaria de las personas con discapacidad, el analfabetismo y la pobreza.


Desde su inicio, FSF centró sus proyectos en actividades recreativas con niñ@s, restauración de escuelas y enseñanza de idiomas. Desde el año 2014, incluye un nuevo proyecto dirigido a la población con discapacidad de la zona. Las prácticas sociales y las relaciones matrimoniales entre familiares en los países árabes son un factor que contribuye a la prevalencia de la discapacidad. Azrou es una de las ciudades donde predominan los matrimonios interfamiliares, así entonces, la pobreza y la insuficiente atención de salud prenatal, postnatal y neonatal, el matrimonio desde muy temprana edad y altas tasas de analfabetismo de las madres, son todas circunstancias que propician el aumento de la discapacidad en la región del Atlas Medio y exacerban sus condiciones entre las mujeres jóvenes y los recién nacidos. Por este motivo,  el Rey Mohamed VI construyó el Centro Social en la ciudad pero está en desuso desde su construcción.  FSF quiso aprovechar ese espacio para poder atender a toda la población con discapacidad de la zona interesada en participar en el proyecto. El proyecto piloto, dirigido por Nora Bernabeu, terapeuta ocupacional, tal y como comenta Abderrahim  “trabajó incansablemente para ofrecer lo mejor de sí misma a estas personas que llevan toda su vida con discapacidad y sin recibir ningún tipo de atención sanitaria adecuada a su situación”.

Hablamos con Nora:

¿Qué te motivó a poner en marcha este proyecto? ¿Cuál fue tu primera y última impresión de este proyecto?

El principal motivo para poner en marcha el proyecto de rehabilitación fueron mis ganas de lograr una mejor calidad de las personas con discapacidad. Hace 2 años había acudido como voluntaria para realizar actividades con niños y en una de las salidas visitamos la asociación de familiares de personas con discapacidad. No recibían ningún tipo de tratamiento, asesoramiento, no tenían un lugar de referencia al que acudir. Tras volver a España a terminar mi grado en Terapia Ocupacional, lo que viví ese día no paraba de rondarme la cabeza. Y una tarde de domingo comencé a escribir una propuesta viable para la ONG.

El primer día que comenzamos el proyecto, sentí una responsabilidad muy grande por gestionar por un lado a los voluntarios y por otro, lograr que esas familias lograsen una rehabilitación y asesoramiento de calidad y sentí mucha incertidumbre al tratarnos en la mayoría de recién titulados y con una formación básica en pediatría.

Al finalizar el proyecto me sentí muy orgullosa de todo el trabajo que habíamos realizados y satisfecha por haber logrado uno de mis sueños, que era poder hacer la vida mejor a esas personas.

¿Cómo has visto que se trata un caso de discapacidad en la familia?

Existen diferentes tipos de manera de afrontar la discapacidad según cada familia. Hay aquellas que se implican totalmente y fomentan la autonomía en todas las áreas para que puedan valerse por sí mismos. Y otras en cambio, no llegan a afrontar ese duelo interno y ocultan la situación a la sociedad, limitando las capacidades del niño en todas las áreas.



¿Cómo es tratada la discapacidad en la sociedad en general?

En Marruecos todavía se sigue empleando la palabra minusválido. Si analizamos la palabra nos indica que se refiere a una persona no valida. Este es un enfoque que se centra en las limitaciones de la persona y no se centra en las capacidades. Actualmente está existiendo un movimiento social de las familias con personas con discapacidad y las instituciones que comienzan a regular más derechos. Todavía queda un largo camino por recorrer para que la sociedad marroquí logre una integración de las personas con discapacidad en la sociedad. Para ello considero fundamental que se comiencen a favorecer leyes como la de autonomía y que en los colegios convencionales haya más representación de niños con discapacidad.

Este año, continúa con nuevo coordinador. ¿Estás orgullosa de tu iniciativa, de que pueda llegar a tanta gente y de que siga en activo?

Sí, me siento muy entusiasmada porque el proyecto continúe y que tanto voluntarios como familiares hayan continuado confiando en la labor que desempeñamos.

Añade: “Me siento muy feliz por poder escribir sobre algo que me ha aportado tanto personalmente como profesionalmente. Por eso quiero dar las gracias, por haber podido expresar mi opinión. Y espero que este proyecto que actualmente se desarrolla durante los meses de verano pueda realizarse a lo largo de todo el año y lograr una mayor intervención en instituciones locales”.


Actualmente, el proyecto es dirigido por Fran Sosa que en palabras de Abderrahim “ha dejado la huella indeleble de su buen hacer y ha trabajado duramente en los procesos de selección y formación previa de los participantes en los proyectos de Corta Duración de este verano”.


¿Te gustaría saber más? ¿Quieres conocer cómo son sus proyectos? ¿Quiénes son sus integrantes? ¿Las condiciones para ser voluntario? ¿Proyectos futuros? ¿La opinión de voluntarios de este año? No te pierdas la 2n parte de esta entrada dedicada a Felicidad Sin Fronteras.

¿Quieres saber por dónde se mueven? Visítales en Facebook y su página web 
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Aún no has dado “me gusta” en nuestra página de Facebook? ¡Conoce todas las ofertas de voluntariado/formación y noticias más interesantes !  Y ahora... ¡También tenemos Twitter! Para cualquier duda, pregunta o lo que quieras consultarme escribe a: orientatentuvoluntariado@gmail.com