Realizar
un voluntariado no es nada fácil. La mínima madurez que tienes que tener para
enfrentarte a determinadas situaciones e incluso cambios en tu día a día, no es
solo importante sino necesaria. Y es que sí, el voluntariado forma parte del
aprendizaje que marcará tu vida.
Hoy
queremos compartir un poco de nuestro conocimiento y experiencia con aquellos rasgos
propios del perfil del voluntario. ¿Empezamos?
-Desinteresado: Hacer un
voluntariado debe ser algo que nazca de ti, nadie puede obligarte a ello o
debes tener un interés lucrativo para ello. La intención es ser “solidarios”, altruistas.
Si te lucras, pierde todo su valor dejando de ser, en definitiva, voluntariado.
-Comprometido por temas sociales: La
sensibilidad por aquello que nos rodea es uno de los puntos clave para poder
dar el máximo de nosotros mismos. Si eres sensible, tendrás una motivación por
cambiar las cosas. Y, en consecuencia, motivación y actitud serán la
combinación perfecta para participar o emprender un proyecto que contribuya en
una mejora social.
-No es una oportunidad para desconectar de
tus problemas: Es normal que cuando nos sentimos un poco deprimidos o
sentimos que no sabemos qué rumbo lleva nuestra vida, nos planteemos darle un
giro, romper con todo e ir a otro lugar donde podamos ser útiles. En parte es
algo positivo porque tienes una motivación, pero por otra es un tanto egoísta
pues buscas tu bienestar y aceptación personal. No te preocupes, vayas cuando
vayas, si eso necesitas, al final es lo que te llevas pues te dan más de lo que
tú puedas dar. Desconectas para poder conectar.
-El papel de la formación: ¿La
formación académica es importante en este tipo de acciones? Si, lo es, pero…
¿Es imprescindible? En nuestra opinión, no lo es. Podríamos tener un largo
debate sobre esto pero en todos estos años hemos visto que vale más la
experiencia que te da la vida y la motivación personal que la formación que se
te da por escrito en un aula. Aun así, muchas organizaciones lo piden y es algo
que hay que tener en cuenta pues al fin y al cabo aporta valor añadido.
-Valores: Tener un mínimo de
valores es importante. No hablamos de algo de carácter de religioso, sino que
nos referimos a aquellos valores esenciales que deberíamos como sociedad.
Aquellos que nos hacen humanos y que, a su vez, son más importantes para
nosotros: la tolerancia, la empatía, la responsabilidad y la humildad.
-Disfrutar del momento: Es muy
común hacerse fotos en el lugar de voluntariado. No está mal, no nos
malinterpretéis, todos lo hacemos. Aun así hay formas y formas. Hay fotografías
para recordar esos momentos, personas que has conocido que siempre te llevarás
contigo. Después están las fotografías para demostrar lo “solidario” que eres
cuando realmente tu trabajo o implicación no ha sido tan “generosa”. Pensemos
cual es nuestra motivación antes de hacer uno. Si realmente deseas hacer
voluntariado, limítate a disfrutar del momento, de cada pequeño instante. Por
el contrario, si no tu implicación no va a ser al 100%, haz un viaje turístico.
-Imaginación: ¿Una cualidad para
ser voluntario/a? Sí, por supuesto. Tener imaginación te da ideas que o pueden
ser muy alocadas o pueden ser perfectas para esa situación. Todo sirve, todo
vale. No dejemos de soñar, de pensar, de imaginar. La imaginación aporta miles
de sensaciones y emociones maravillosas, incluso descubrimientos que pueden cambian
todo en cuestión de segundos.
-Iniciativa y ganas por mejorar:
Moverte hace que todo se trastoque, no solo el lugar, sino también uno mismo.
Mejoramos lo que nos rodea y, en el proceso, mejoramos nuestra actitud, nuestra
forma de pensar. A veces, da miedo, pero más miedo da si nunca se intenta. El
no ya lo tienes, ¿verdad?
-Actitud positiva y empática:
Debes ser una persona a la que le gusta relacionarse con la gente y entender
las opiniones de los demás. Formarás parte de un equipo y tus opiniones serán
un porcentaje del total que se lleve a cabo.
No
importa tu nacionalidad, tu sexualidad o tu situación personal, si tienes todas
las cualidades anteriores o la mayoría de ellas, ¡eres perfecto/a! Qué nadie,
nunca, te diga lo contrario. Anímate a ser voluntario, ya sea por primera vez o
en caso que repitas. El mundo necesita más personas como tú.
Sabemos
que nuestra opinión puede ser diferente a la del resto por eso nos encantaría
saber que rasgo añadiríais a la lista o cuál de ellos quitaríais. Muchos de
ellos ni los imaginábamos en nuestros
inicios como voluntarios pero las ideas y experiencias evolucionan y
todo cambia por completo. Entonces, ¿añadiríais alguno?
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