Hoy nos
adentramos en el día a día de la Asociación
Felicidad Sin Fronteras. FSF trabaja
en Azrou, una ciudad situada en el Atlas Medio en Marruecos. Desde hace 4 años
realizan campos de trabajo dirigidos principalmente a los niñ@s de la zona y cada
año van creciendo a pasos agigantados.
Os
espera una entrada completa, donde hablaremos con cada uno de los integrantes,
además de voluntarios, y nos explicarán cómo ha sido esta temporada que acaba y
qué les espera en la próxima. Si estás interesado en saber cómo trabajan o
estás pensando en hacer un voluntariado… ¡No pierdas detalle!
Palabras dichas por voluntarios de este año: “…está creciendo poco a poco. Esto la convierte en un lugar con unos valores caracterizados por la sencillez y la humanidad.” “La experiencia con la asociación ha sido fantástica e inmejorable”.
Palabras dichas por voluntarios de este año: “…está creciendo poco a poco. Esto la convierte en un lugar con unos valores caracterizados por la sencillez y la humanidad.” “La experiencia con la asociación ha sido fantástica e inmejorable”.
Felicidad Sin Fronteras se
funda en el año 2010 de la mano de Abderrahim El Jirari, Licenciado en Lengua y
Literatura Hispánicas y otras especialidades. Actualmente se encuentra
estudiando un Master en Madrid. Además, es activista social y miembro de varias
entidades en Marruecos. Abderrahim conocía la situación social de su país y,
después de hacerse mil preguntas llenas de desconcierto, llegó a la conclusión
de que tenía que dar el paso y hacer algo que mejorara todo aquello que se
preguntaba. De aquí nace Felicidades sin Fronteras, donde cada
año desarrollan numerosos programas con el fin de mejorar la calidad de vida de
las personas necesitadas, especialmente para la infancia desprotegida, así como
facilitar la integración de las personas con discapacidad en su entorno social.
También promueven la integración cultural y la comunicación intercultural,
académica y social entre voluntarios de diversos países.
Actualmente,
trabajan de forma voluntaria 10 miembros de nacionalidades españolas y marroquíes.
¿Cómo es Azrou?
La gran
parte de los problemas sociales que se figuran en Azrou son compartidos con la
mayor parte de las ciudades de Marruecos, pero Azrou destaca por su contorno
natural y por la amabilidad de su gente, una ciudad ideal para organizar
proyectos y eventos socioculturales. La población es de origen bereber poblada
por los Zenayas, pastores nomadas que se trasladaban desde las cumbres del
Atlas en verano hasta los valles de Meknés en invierno. La ciudad se ha
modernizado con las nuevas construcciones pero los problemas sociales del
pasado siguen presentes. Uno de estos problemas: la situación precaria de las
personas con discapacidad, el analfabetismo y la pobreza.
Desde
su inicio, FSF centró sus proyectos
en actividades recreativas con niñ@s, restauración de escuelas y enseñanza de
idiomas. Desde el año 2014, incluye un nuevo proyecto dirigido a la población
con discapacidad de la zona. Las prácticas sociales y las relaciones matrimoniales
entre familiares en los países árabes son un factor que contribuye a la prevalencia
de la discapacidad. Azrou es una de las ciudades donde predominan los
matrimonios interfamiliares, así entonces, la pobreza y la insuficiente
atención de salud prenatal, postnatal y neonatal, el matrimonio desde muy
temprana edad y altas tasas de analfabetismo de las madres, son todas
circunstancias que propician el aumento de la discapacidad en la región del
Atlas Medio y exacerban sus condiciones entre las mujeres jóvenes y los recién
nacidos. Por este motivo, el Rey Mohamed
VI construyó el Centro Social en la ciudad pero está en desuso desde su
construcción. FSF quiso aprovechar ese espacio para poder atender a toda la
población con discapacidad de la zona interesada en participar en el
proyecto. El proyecto piloto, dirigido
por Nora Bernabeu, terapeuta ocupacional, tal y como comenta Abderrahim “trabajó incansablemente para ofrecer lo
mejor de sí misma a estas personas que llevan toda su vida con discapacidad y
sin recibir ningún tipo de atención sanitaria adecuada a su situación”.
Hablamos
con Nora:
¿Qué te motivó a poner en marcha este proyecto?
¿Cuál fue tu primera y última impresión de este proyecto?
El
principal motivo para poner en marcha el proyecto de rehabilitación fueron mis
ganas de lograr una mejor calidad de las personas con discapacidad. Hace 2 años
había acudido como voluntaria para realizar actividades con niños y en una de
las salidas visitamos la asociación de familiares de personas con discapacidad.
No recibían ningún tipo de tratamiento, asesoramiento, no tenían un lugar de
referencia al que acudir. Tras volver a España a terminar mi grado en Terapia
Ocupacional, lo que viví ese día no paraba de rondarme la cabeza. Y una tarde
de domingo comencé a escribir una propuesta viable para la ONG.
El
primer día que comenzamos el proyecto, sentí una responsabilidad muy grande por
gestionar por un lado a los voluntarios y por otro, lograr que esas familias
lograsen una rehabilitación y asesoramiento de calidad y sentí mucha
incertidumbre al tratarnos en la mayoría de recién titulados y con una
formación básica en pediatría.
Al
finalizar el proyecto me sentí muy orgullosa de todo el trabajo que habíamos
realizados y satisfecha por haber logrado uno de mis sueños, que era poder
hacer la vida mejor a esas personas.
¿Cómo has visto que se trata un caso de
discapacidad en la familia?
Existen
diferentes tipos de manera de afrontar la discapacidad según cada familia. Hay
aquellas que se implican totalmente y fomentan la autonomía en todas las áreas
para que puedan valerse por sí mismos. Y otras en cambio, no llegan a afrontar
ese duelo interno y ocultan la situación a la sociedad, limitando las
capacidades del niño en todas las áreas.
¿Cómo es tratada la discapacidad en la
sociedad en general?
En
Marruecos todavía se sigue empleando la palabra minusválido. Si analizamos la
palabra nos indica que se refiere a una persona no valida. Este es un enfoque
que se centra en las limitaciones de la persona y no se centra en las
capacidades. Actualmente está existiendo un movimiento social de las familias
con personas con discapacidad y las instituciones que comienzan a regular más
derechos. Todavía queda un largo camino por recorrer para que la sociedad marroquí
logre una integración de las personas con discapacidad en la sociedad. Para
ello considero fundamental que se comiencen a favorecer leyes como la de
autonomía y que en los colegios convencionales haya más representación de niños
con discapacidad.
Este año, continúa con nuevo coordinador.
¿Estás orgullosa de tu iniciativa, de que pueda llegar a tanta gente y de que
siga en activo?
Sí, me
siento muy entusiasmada porque el proyecto continúe y que tanto voluntarios
como familiares hayan continuado confiando en la labor que desempeñamos.
Añade: “Me siento muy feliz por poder escribir
sobre algo que me ha aportado tanto personalmente como profesionalmente. Por
eso quiero dar las gracias, por haber podido expresar mi opinión. Y espero que
este proyecto que actualmente se desarrolla durante los meses de verano pueda
realizarse a lo largo de todo el año y lograr una mayor intervención en
instituciones locales”.
Actualmente,
el proyecto es dirigido por Fran Sosa que en palabras de Abderrahim “ha dejado la huella indeleble de su buen
hacer y ha trabajado duramente en los procesos de selección y formación previa
de los participantes en los proyectos de Corta Duración de este verano”.
¿Te
gustaría saber más? ¿Quieres conocer cómo son sus proyectos? ¿Quiénes son sus
integrantes? ¿Las condiciones para ser voluntario? ¿Proyectos
futuros? ¿La opinión de voluntarios de este año? No te pierdas la 2n parte de esta entrada dedicada a Felicidad Sin Fronteras.
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