Hoy
seguimos con la 2n parte y última sobre la AsociaciónFelicidad Sin Fronteras. Explicaremos sus proyectos actuales como futuros,
condiciones para ser voluntari@, opiniones,… ¡No puedes ni debes dejar de leer!
Empezamos
hablando con Fran Sosa, coordinador del proyecto de Rehabilitación e integración de personas con discapacidad. Fran es
fisioterapeuta y ha cambiado y mejorado en muchos niveles el trabajo de la asociación
este año. Su personalidad comprometida y sensible por la sociedad con
discapacidad, ha hecho que muchos de los usuarios atendidos mejoraran no solo
sus capacidades sino también su ánimo y lucha por mejorar.
Fran
nos explica en que consiste el proyecto:
“El proyecto consiste en prestar asistencia
en materia de rehabilitación a la población local de Azrou. Nuestra labor se
desarrolla en el "Complejo Provincial de Atención a las Personas en
Situación de Hándicap", en el cual se cuenta con una gran cantidad de materiales
de calidad, muchos de los cuales no habían sido usados hasta nuestra llegada. A
día de hoy, hemos valorado a más de 65 beneficiarios, aunque diariamente
solemos atender a unos 25 - 30. La mayoría de los beneficiarios son niños, de
entre 2 - 18 años, con diferentes grados de afectación en los componentes
físico, cognitivo y comunicativo. Además, prestamos atención a las familias a
la hora de resolver dudas sobre la situación de sus hijos, incluyendo la
realización de un "taller para los padres", por parte de los
voluntarios. Los voluntarios del proyecto, tienen perfiles profesionales muy
diferentes entre los que se encuentran: fisioterapeutas, terapeutas
ocupacionales, educadores sociales, psicólogos y psicopedagogos. El trabajo hasta
ahora se está haciendo de manera multidisciplinar, en el que analizamos cada
caso de manera individual, para posteriormente prestarle la mejor atención
posible. En ocasiones, algunos beneficiarios reciben tratamiento por parte de
varios voluntarios en la misma sesión, y se realizan grupos, creando un
ambiente agradable para el correcto desarrollo psicomotor y social de los
niños.
En España, las personas con discapacidad,
así como los colectivos y asociaciones, han tenido que luchar durante décadas,
para conseguir que la discapacidad se entienda como algo normal, y que estas
personas también son parte activa del desarrollo de una sociedad. Aun así, aún
queda mucho camino por recorrer. La principal diferencia que hemos encontrado
es la falta de integración en la sociedad marroquí. Deben ser ellos mismos, la
población local, quienes dejen de ver esto como un problema, y que se comiencen
a desarrollar programas a nivel nacional, que dé la oportunidad a estas
personas de labrarse un futuro digno, sin necesidad de la ayuda agentes
externos, como es nuestro caso.
Los objetivos planteados para el proyecto
son:
-Prestar atención en materia de
rehabilitación a los niños que lo necesitan, debido a alguna alteración en su
desarrollo.
-Prestar atención a las familias de los
beneficiarios, aportándoles las herramientas necesarias.
- Concienciar a la población local, desde
las familias, de la importancia de integrar a estos niños en la sociedad, a
pesar de las dificultades que tengan.
El desarrollo de los proyectos, no solo va
en beneficio de los niños, sino que también es un aprendizaje enriquecedor para
todos los voluntarios. Formar parte en esto, implica un desarrollo personal que
no podemos alcanzar en las universidades. No es necesario irse a la otra parte
del mundo para ayudar, ya que a nivel local existen muchos proyectos de acción
social, que piden a gritos la colaboración de la ciudadanía.”
Ahora, Pablo
Olea, graduado en Ciencias de la actividad física y el deporte y nuevo integrante y
coordinador de Actividades lúdico-recreativas,
nos explica en que consiste el proyecto.
“El proyecto consiste en el desarrollo de
actividades de diferente índole (juegos, manualidades, etc.) con el objetivo
fundamental de entretener, divertir y enseñar a más 50 beneficiarios. Las
actividades se llevan a cabo durante 3 horas y media al días durante la mañana,
separadas en tres turnos de unos 12 días aproximadamente. Las actividades son
dirigidas por un grupo de voluntarios de entre 10 y 12 componentes dependiendo
del turno.
El objetivo fundamental del proyecto,
ofrecer un verano diferente a los niños y niñas de Azrou, para que de esta
manera tengan la oportunidad de divertirse, aprender jugando o relacionarse con
otras personas, siendo conocedores de los beneficios que esto conlleva para el
desarrollo de las personas.
Este proyecto no solo aporta a los niños y
niñas que se benefician de él, sino que se produce un intercambio de
experiencias y conocimientos en el que ambas partes salen notoriamente
enriquecidas.”
Otro de los 4 proyectos actuales, es el de Enseñanza de idiomas, coordinado por Youssef ElAzzaoui, filólogo
español.
Youssef nos explica:
“El proyecto de la enseñanza, es una actividad que consiste en impartir clases francés e inglés a niños entre 9 y 18 años durante 4 horas diarias, empleando diversos materiales didácticos, música, juegos, etc. Cada clase suele tener entre 10 y 25 alumnos. La planificación de las clases depende de los voluntarios con acuerdo del coordinador de proyecto. Ese proyecto se desarrolla en una escuela en la cual disponemos de varias aulas que nos permite poder dividir a los grupos de alumnos según su nivel e idioma. El proyecto ha beneficiado a más de 100 niños y niñas de educación primaria y secundaria con problemas de aprendizaje.
Con este proyecto pretendemos conseguir que los niños que tienen problemas de aprendizaje reciban la ayuda necesaria para que superen ese retraso vivido en las escuelas y tengan un pleno desarrollo escolar así como mejorar el desarrollo cognitivo, físico y emocional de los niños. También, nuestro objetivo es incrementar la asistencia escolar de niños de zonas rurales.”
Los
voluntarios cuentan con formación previa online antes de su llegada a Azrou que
ayudará a planificar el programa con más eficacia.
Por
último, hablamos con Pedro García, maestro de primaria y coordinador del
proyecto de Restauración de Escuelas.
“Este proyecto consiste en la elaboración
de pinturas y murales en diferentes paredes de los edificios y estancias del
colegio público, AlMassira, de Azrou. El proceso empieza eligiendo una
superficie del centro en la que veamos que quedaría mejor la idea y después
empezar con el trabajo. Puesto que se trata de murales que adornan el centro,
está a la vista de toda la comunidad educativa.
Nuestro principal objetivo es el de
redecorar aquellas superficies que se encuentren en mal estado. En segundo
lugar, tratamos de dar un toque más colorido al centro, ya que es algo muy
importante en un lugar destinado a la infancia. Y por último, trabajar al 100%
para que el resultado sea mejor de lo esperado y así los niños y niñas puedan
disfrutar de esos murales todo el tiempo que sea posible.”
Pedro aprovecha
para agradecer su estancia como coordinador: “Me gustaría agradecer a la Asociación Felicidad Sin Fronteras el
habernos dado esta oportunidad de realizar este proyecto. Agradecer al resto
del equipo el trabajo y la ayuda mutua que ha hecho esto posible. Y agradecer a
los coordinadores la eficacia para solucionar los contratiempos”.
Ahora hablamos
con voluntarios de este año. No hace falta decir mucho más, solo nos quedamos
con sus palabras.
Hablamos
con Belen, psicóloga infantil, que cada día adora más y más su trabajo
y a la que le encanta conocer nuevas culturas. Así cuenta como ha sido su
experiencia con FSF: “Ha sido muy positiva. FSF es una
asociación pequeña y relativamente joven, que está creciendo poco a poco. Esto
la convierte en un lugar con unos valores caracterizados por la sencillez y la
humanidad, en la que todas las personas, tanto voluntarios como usuarios, son
importantes y está abierta a la aportación de todos.
Uno de
sus compañeros de quincena, Joel, estudiante de Relaciones laborales y recursos
humanos, también nos comenta su opinión la
cual coincide con Raquel: “La experiencia
con la asociación ha sido fantástica e inmejorable. Desde el primer momento me
dio confianza y esta misma se vio demostrada en hechos al ser una organización
seria y que trabaja realmente para cumplir sus objetivos solidarios. El trato
con coordinadores es muy cercano y acogedor así como la convivencia con los
compañeros y las distintas actividades encaminadas a lograr la unión de todos
en un equipo con un objetivo común.”
Los dos
coinciden en la opinión de que el pueblo de Azrou y su gente es alegre y
tranquila y que no se parece a la imagen de paisaje desértico que tenemos de
Marruecos. También, el recibimiento de los niños hacia ellos, como comenta Joel,
“me ha sorprendido el enorme cariño que muestran los niños desde el primer contacto y sobre todo lo agradecidos que
llegan a ser por cosas que a nosotros nos pueden parecer insignificantes.”
El día
empieza con un gran desayuno suficiente para dar fuerzas en las 4h de trabajo de
la mañana. Después de la llamada a la comida, comen un almuerzo típico
marroquí, descansan un poco y después se dirigen a su clase diaria de árabe
básico para aprender vocabulario que les ayudará en la comunicación en sus
proyectos. Después de la clase, tienen tiempo libre para poder conocer la
ciudad. Después de la cena, realizan la actividad en común que toque ese día.
La amabilidad
de sus gentes, la cercanía y parecido con nuestro país, el movimiento de sus
calles, la facilidad de comunicarse aun teniendo la barrera del idioma,… Estas
características son las que han sorprendido a sus dos voluntarios que como todo
el mundo iban con una idea que se construye aquí pero que al conocer no se
parece a la realidad.
Esa
realidad distorsionada también se aprecia en el miedo a visitar un país
musulmán. Raquel y Joel tienen claro de que no existe el miedo una vez pisas el
país. Como dice Raquel: “El miedo parte de lo desconocido y, si nunca damos el
paso a visitar un país musulmán y conocer esta cultura, ese miedo nunca
desaparecerá. Estoy segura de que cualquier persona que se adentrara en esta
cultura, no tardaría más de 1 hora en perder ese miedo que las ideas que parten
del desconocimiento le han infundado.” Joel también tiene claro que “los miedos que se suelen tener hacia
estos países son generalizados o exagerados. En ningún momento me he sentido
inseguro en el país y no he tenido ningún problema en adaptarme o respetar su
cultura y tradiciones. Es una cultura y religión muy interesantes y que vale la
pena conocer.”
Ellos
ya tienen clara su palabra que define la experiencia: “sorprendente” e “inolvidable”.
Para
acabar, volvemos a hablar con Abderrahim que nos explicará más detalles del
voluntariado y proyectos futuros de la asociación.
La asociación se mueve gracias a los
voluntarios. ¿Qué esperáis de ellos? ¿Tienen que tener algún perfil en
concreto?
Las
tareas realizadas por los voluntarios son tan variadas como la gente que las
realiza, pero la selección de los perfiles de los voluntarios se realiza según
las necesidades de cada proyecto. Independientemente de los perfiles y las
tareas que hagan, todos estos voluntarios tienen al menos una cosa en común: El
tiempo, la energía y los recursos que aportan son sumamente importantes para el
éxito de una organización (o programa de voluntariado). En Felicidad Sin Fronteras, siempre son bienvenidas manos extras. Un
voluntario que done sus habilidades “cuando se necesite” puede ser el
complemento perfecto para el personal de FSF.
Porqué deberían participar con vosotros.
Cada
año sacamos una convocatoria de voluntariado puesto que los voluntarios nos
ayudan a alcanzar nuestra meta de independencia financiera con el pago de la
cuota de participación. En general, dicha cuota de participación sostiene
gastos de alojamiento, comidas, materiales y coordinación. Además los
voluntarios llegados de varios países aportan otra forma de ver las cosas,
energía y mucha motivación para todos es una bocanada de aire fresco, de
inspiración y motivación. Y ambas partes se benefician del intercambio
cultural. Esto contribuye a revitalizar al personal de FSF, y puede ayudar a
movilizar proyectos en direcciones nuevas y emocionantes.
Os habéis estado moviendo mucho desde el
principio para que la asociación llegara a mucha gente, tanto voluntarios como
usuarios. ¿Tenéis algún proyecto futuro en marcha?
En este
año, hemos renovado el espíritu del equipo de Felicidad Sin Fronteras y hemos
ofrecido una experiencia de calidad a nuestros participantes, lo cual motivo al
equipo planear y emprender nuevos proyectos
sociales. Los proyectos que tenemos previstos para la edición 2016 son:
Proyecto
de voluntariado de larga duración para El Atlas Medio, de enero a junio de
2016. El trabajo se desarrollará en el Centro social para las personas con
discapacidad de Azrou.
También,
tenemos previsto organizar un festival de dibujos de prensa y humor en
Alcalá de Henares en coordinación con la Asociación Mas Art de Meknes, en un
encuentro cultural y social de artistas marroquíes y españoles en el que va
haber intercambio de experiencias, exposición de sus cuadros para reflejar las
realidades sociales de nuestros países, así como homenajear a algunos
voluntarios que han trabajado en Marruecos para el desarrollo de programas de
voluntariado.
En
cuanto al verano de 2016, además de los Proyectos de Corta Duración que se
realizan cada verano, se organizará dos campos internacionales para el trabajo
scout, el trabajo en los campos scouts consistirá en la construcción y
restauración del espacio de la escuela de Almasssira y de un comedor en el
campamento de Aicha Mbark II.
1 palabra que defina esta experiencia.
Compromiso,
esfuerzo, comunicación, innovación y alegría
Gracias
a Felicidad Sin Fronteras por la dedicación y compromiso en su trabajo y por
colaborar con nosotros para contarnos de primera mano cómo es un día con ellos.
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